1. Aplicar a la SEP (estatal y federal) los mismos criterios evaluatorios
(PIFI, PIFOP, etc) que aplican a las universidades públicas, para ver los
resultados de su gestión pública y el «cierre de brechas».
2. Despedir a todos los funcionarios de la SEP (estatal y federal) que no
posean perfil PROMEP o el correspondiente al puesto que desempeñan,
análogamente a como vociferó recientemente «el padrastro malo» Tuirán: «el
buen juez, por su casa empieza»; ¿quién sale primero?; ¿quién cerrará la
puerta de la SEP?
3. Tengo entendido que aún no se ha modificado el artículo tercero
constitucional donde se establece la autonomía universitaria y la
obligación del Estado de financiar la educación pública, por ello,
aunque «choque» o desentone con la modernidad globalifílica, defender y
hacer valer nuestro carácter de universidad autónoma…digo <a pesar de los
PIFI’s, PIFOP’s y otras arbitrariedades culturales y evaluatorias que se
nos imponen, todavía somos Universidad Autónoma de Sinaloa, o somos
una «fábrica» cuya razón social es: Universidad de Sinaloa, S.A. de R.L.